El Hombre Interior, fue publicado en 1997 por Julio Araya Editorial y con una presentación de la poeta Isabel Gómez. La ilustración de la portada pertenece al pintor Rodrigo Ríos Orellana.

A continuación se entrega una muestra de 14 poemas:

 

 

VERSOS PARA CAROLINA

La poesía vino a mi encuentro

como un diccionario generoso.

Trajo hasta mis sentimientos sonámbulos

la esencia secreta del lenguaje.

Tuve un motivo para seguir respirando.

Pude conocer el idioma de los árboles.

Traducir los ruidos del mar.

La lluvia ya no fue sólo lluvia.

Aprendí a convivir con mis sentimientos

desatados.

A beber el vino agridulce de la noche.

Supe como amar a una mujer en un lecho

de viento.

Vi tras las rocas la sangre de la tierra

ofreciéndonos su cáliz.

Endilgué por la ruta del asombro.

Pude ver las calles invisibles de las ciudades

llenas de luz.

Conocí el reino de las sombras antes

de ser llamado a su presencia...

La poesía me obligó a vivir.

 

SERÁ ESTA CIUDAD...

Será esta ciudad mi futuro.

Sus calles aprendidas casi por inercia,

porque no existían otras calles.

Serás tú, la que iluminará

mi puerta abandonada.

Es tan indescifrable mi soledad,

que sólo la muerte sabrá leer

los enigmas de mi sentimiento

más errante.

Mientras más busco la sonrisa

de la felicidad,

más temprano ésta huye de mí.

Cuando prontamente parece llegar el alba

se desata la oscuridad

a la primera campanada.

 

SE ACEITAR MIS VERSOS...

Sé aceitar mis versos como se aceita

un revólver para la guerra implacable.

Mis dolores tienen el coraje

de no aceptar humillación.

No vendo mis convicciones ni sentimientos

a ningún precio, ni aún bajo el pretexto

de no tener más opción.

Voy por el mundo atenta la mirada,

auscultando otras miradas.

Indagando pensamientos ocultos tras las piedras.

Guardo en mi memoria cada palabra, cada frase

falsa que se me hizo escuchar con apariencia

de verdad.

 

VERSOS PARA PATRICIA

Siento que tus ojos

se parecen a mis ojos

cuando una lejanía regresa

tal como retorna una lágrima

sobreviviente de un antiguo dolor.

Me recuerdas el mar, cantando

su infinito misterio a orilla

del amanecer.

En tus manos, presiento

toda la belleza de una nube

transeúnte junto a mi ventana,

meciéndose en el timbre

otoñal de tu voz.

 

MI ALMA PERECERÁ

Mi alma perecerá junto a mi cuerpo.

Será polvo y luego moléculas dispersas

en la eternidad de los siglos.

Ola incansable de búsqueda.

Hoguera necesaria. Caricia de flor.

Brisa matinal en el torrente

de los crepúsculos.

Intenso poema en el movimiento

infinito de la tristeza.

Irá ligera de equipaje, buscando tus labios

y desnudez en una galaxia lejana

donde el todo y la nada derroten lo imposible.

La muerte la sostendrá en sus brazos

así como un día tu sonrisa le enseñó

la belleza de vivir.

MI VENTANA

al poeta Genaro Sandoval

Mi ventana nunca me abandona

en la soledad de mi cuarto.

Sentada en un volantín

pasa sonriendo mi niñez.

Una estrella lleva de la mano

a mis Amigos de ciertos momentos

almacenados en el irrepetible

calendario.

El océano incadenable mece

una nave sin timonel que me espera.

Un árbol ancestral alberga en su ramaje

cada uno de mis años, así como un diario

de vida custodia nuestros secretos.

Viene un cometa desconocido, anunciando

que un poeta ha muerto de tristeza.

( una extraña tristeza )

 

EN EL AZAR DE MI VIDA...

En el azar de mi vida, todo es declinación.

Poco de lo más indispensable va quedando

en mis sentimientos.

La muerte no perdona el paso de las horas.

Aunque todavía algo quede de lo más querido:

Aún las Musas no me niegan la poesía.

Tengo la posibilidad de morir con bellas

lágrimas en mis ojos.

 

BRILLA Y BRILLA UNA LUZ...

Brilla y brilla una luz

en el umbral del tiempo.

Junto a la luz una campana

va y viene, ilógica y silenciosa.

Es noche en el planeta.

Es noche en toda música.

Es noche en el semblante de una estatua.

Es noche en los senos de la luna.

Es noche en tu voz, amada.

Es noche en el lenguaje.

( hay extraños adjetivos en mi boca )

Es noche en la fertilidad de los sexos.

Es noche en la muerte, que pasea

disfrazada frente a la puerta

de mi habitación.

TENGO VERSOS CONFUSOS...

Tengo verbos confusos acumulados

en mi garganta.

Los vestigios del siglo y mis propios

vestigios sin poderse conjugar.

Llevo en mi piel las llagas y las pestes

del hombre descalzo.

Es un laberinto el espejo

donde me observo cada mañana.

En mis manos veo marchitarse

una lápida con mi nombre...

Suicida cae la tarde

sobre mis versos sombríos.

 

ENTRE VALPARAÍSO Y TÚ...

Entre Valparaíso y tú,

no media ninguna distancia.

El nace en tus pupilas

como un bello misterio por descifrar.

Allí quisiera recorrerlo, anclado

para siempre a la profundidad

de tus ojos.

Entre Valparaíso y tú,

existe una raíz atávica

que se hace melodía en el desorden

perfecto de su azarosa arquitectura.

Entre Valparaíso y tú,

mi poemario fluye

cual si fuera un símbolo enamorado,

perteneciente a la majestuosa

e incontinente dinastía

de los amantes.

Entre Valparaíso y tú,

mi canto se hace oceanía

y eternidad.

REPUDIO TODO DIOS Y TIRANO...

Repudio todo dios y tirano.

No existe lugar en mi alma dialéctica

para la vil servidumbre.

Amo el libre albedrío lleno de incidental

dulzura.

El desenfreno de una mujer

vestida tan solo con los siglos de algarabía.

En mi frente llevo el estigma vernacular

del diluvio.

Puedo leer en los ojos horrorizados

de las piedras,

sentir cuando pasa el prestidigitador

que equilibra las estrellas.

Giro diariamente en un punto secreto

del universo,

donde mi canto se magnetiza en el movimiento

eterno de la materia.

 

EN LA TRAGEDIA DE LA VIDA...

En la tragedia de la vida

me purifico.

Sostengo mi ataúd entre los dientes

y comienzo a caminar

por los callejones herméticos

del alma humana.

A la vera del camino..., llora una mujer

desnutrida, violentada, sin dientes,

estos le cuelgan de sus pechos

como collares de ultratumba.

Al reconocerla, me siento a llorar

junto a ella.

ˇ Cómo la amé un día !,

cuando la belleza irrigaba su cuerpo.

Cuando un fuego angelical excitaba

sus órganos vitales.

Cuando la cópula era perfecta

extendidos y vesánicos a lo largo del mundo.

Pero Ella no quiso ser eterna,

no quiso beber de mi sangre insomne.

Prefirió la vulgar rutina del maquillaje.

Y hoy es tarde, ya es tarde para amarnos.

Yo voy sepultando muertos por la tierra.

 

HAN REPICADO TRES CAMPANAS...

al poeta Genaro Sandoval

Han repicado tres campanas esta noche,

cuando la golondrina entonaba el inevitable

compás de las olas.

żAdónde vas amigo?

El viento arrojó semillas por la borda,

para que las raíces sinfónicas

anuncien tu paso por el mundo.

Cuánta nieve en nuestros cabellos.

Cuántos caminos dislocados en la voz del vino.

Cuánto amor derramado en el agridulce

mar de la tarde.

Cuánto de cuánto, recordando el clamor

extenso de las palabras perdidas.

ˇHe aquí! amigo, mis tristes fantasmas.

Mi inmensidad, compartiendo

un silencio de trigal al amanecer.

Canto y brindo esta noche.

Brindo y renazco en tu canto.

PECHOS

a Ti

Erguidos, como cumbres cordilleranas.

Sus tibiezas se estremecen entre mis labios:

finas, provocativas, sensibles.

Ellos palpitan como una espiga

al viento.

Ven, no te detengas ahora..., danzamos

hoy, en la noche de los abrazos

incontenibles.

Mil cosas pueden suceder en el conjuro

de tus virtuosos pezones derramados

en mis besos.


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